Modric, de galera y bastón

Qué decir de Luka... un jugador tan flaco, tan corto de estatura, mandando tanto. Tenemos la falsa creencia de que, en el fútbol, la autoridad se mide por el tamaño, por el aspecto físico y por la experiencia de cada jugador en cada equipo. Tendemos a despreciar la inteligencia. Consideramos que está sobrevalorada frente a físicos imponentes, lideres de años y años en un mismo club. Pero la inteligencia tiene más salidas que el poderío físico y la trayectoria. Con el cerebro se sale de más situaciones comprometidas que con la pierna dura y el codo enhiesto. El abanico de soluciones es más profundo y no se limitan a correr más que el rival. Algo de esto me hace acordar a otro jugador, quizás lo escucharon nombrar, un tal Juan Roman...

A Luka Modric los fanaticos del Merengue lo llaman el mago. Modric puede jugar de interior, de 5 o de mediapunta. Es el futbolista que coordina los designios del centro del campo de su equipo y con el que muchos de los hinchas del Madrid se sienten en deuda permanente. Pero Modric es pequeño solamente de tamaño. Porque Modric maneja al equipo como si midiera dos metros y pesara noventa kilos, como un Napoleón balcánico. Una inteligencia táctica increible y una personalidad forjada en una infancia complicada. Se muestra despiadadamente autoritario sobre el césped. Roba pelotas, tirando de manual de la buena ubicación en la cancha, y asiste, toca, pasa. Coordina y distribuye sin descanso. En silencio, exhibiendo todo su magia y despliegue de virtudes, no necesita a Kroos, ni siquiera al aclamado Casemiro. Él solo se las rebusca para cumplir con los compromisos de una posición sobrecargada de trabajo. No me acuerdo de un jugador tan terrenal y tan inteligente en el Madrid desde Fernando Redondo. Y eso que era pibe cuando lo vi jugar a Redondo, pero como olvidarse del manual de jugador que era. Hablabas de que era jugar de 5 y te decían Redondo. Hoy quizas pueda decirte Modrid, entre otros grandes lógico. Con él en cancha, el Madrid tiene 5 para rato.