La noche negra que Licha Lopez tiñó de celeste y blanco
"No puedo seguir. Estoy pensando en el retiro" decía con lágrimas en los ojos. "Mi corazón me pide seguir, pero las piernas no me responden" afirmaba el capitán de Racing. Comenzó la pretemporada creyendo que no iba a poder volver a ser el jugador que fue. Creía que la lesión, que también lo tuvo a maltraer y fue la pesadilla cuando recaló en la Academia, iba a ponerle fin a su carrera.
Lisandro López vio que el equipo de Racing se desmoronaba, los jugadores con los que formó una sociedad y un lazo entrañable, ya no estaban. Aued, Videla, Bou y Acuña eran los pilares fundamentales para que Licha se sienta en plenitud. Diego Cocca fue el principal protagonista para que Lisandro vuelva a ser el jugador que siempre fue. Un delantero poco habitual en el Fútbol Argentino. No sólo concreta en la red, sino que asiste y es la cabeza de Racing. El entrenador comenzó la temporada dándole la cinta de capitán y, como símbolo de fuerza ante tanta tempestad, le devolvió la niñez, para que se sienta más inoxidable que nunca. La número 15, aquél dorsal con el que gritó una cantidad de goles inolvidables con la celeste y blanca.
Por la noche de ayer, Lisandro López se vistió de héroe. Aquél hombre que creía que una lesión le imposibilitaba estar al 100% y que iba a finalizar con su carrera, se desvaneció completamente. Comenzó la temporada de manera exitosa. Un gol ante Mitre, más allá de que marró un penal y que no concretó en varias oportunidades, Lisandro no se nubló en la noche gris que tuvo el goleador, sino que fue con la cabeza alta y se encontró con un gol que le dio el empate a la Academia. El siguiente partido, la siguiente lucha, como todos los partidos de Racing acostumbró al hincha, fue ante San Lorenzo. El Licha marcó el único tanto de la Academia en el empate en el Nuevo Gasómetro. Parecía que aquél crack pero de mal presente, se había esfumado.
Otra vez iba a ser clave en el partido que pierde increíblemente ante Olimpo en la cancha de Banfield por la Copa Argentina, cuando se fue al descanso ganando el primer tiempo con dos goles arriba. Licha fue vital en los dos tantos, ya que asistió en ambos. El Sábado, partido que servía más que nada para cambiar la imagen atípica que demostró un pálido Racing, donde necesitaba ganar para llegar con fuerzas al partido de hoy, el 15 fue la gran figura del encuentro. No marcó goles, pero fue el principal candidato para que Racing golee en la noche lluviosa de Avellaneda a Temperley por 4-1.
Hoy llegaba el partido que podía darle un giro inesperado a Racing, donde se jugaba el todo por el todo. Buscar la gloria o quedarse con las manos vacías. La Academia se jugaba una parada brava ante Corinthians en Brasil, con lo que eso connota. Un equipo que permanece puntero en la tabla de posiciones del Brasileirao con 53 puntos. El equipo de Cocca se fue al descanso cayendo por la mínima y parecía que el Timao se iba a quedar con la victoria. Racing no reaccionaba, los errores se notaban cada vez más y el equipo brasilero crecía en el campo de juego y acrecentaba sus chances de liquidar el encuentro. Pero el Arena Corinthians vio a un Lisandro López intratable y Racing lo aprovechó. Se vistió de conductor del equipo, asistidor, volante ofensivo y creativo. Fue la cabeza de Racing.
La Academia intentaba encontrar espacios dominando la posesión de balón, pero el oponente estaba bien parado y era casi inquebrantable. Consumados los minutos de juego, la defensa local se hacía cada vez más fuerte y cuando recuperaban, comandaban la contra encontrando a un Racing mal parado. Para colmo, Musso pidió el cambio en medio del segundo tiempo porque las piernas no le respondían y Gastón Gómez, el arquero de reserva, se calzó la vestimenta y entró al campo de juego. Faltaban tan sólo 15 minutos para que el local se quede con la victoria en la ida de los 8vos de final la Copa Sudamericana, pero Lisandro siempre está un pie por delante de todos.
Cuando sus piernas le responden, parece ser un niño que se divierte con la pelota. Manejó los tiempos, hizo las pausas justas para frenar el juego y aguantó la pelota ante la marca brasileña. Lo único que necesitaba Racing, era encontrar espacios, pero el partido culminaba y no encontraba la forma de crear peligro. Licha la pidió por la izquierda, encaró para adentro y disparó desde afuera del área. Cassio, arquero del local, respondió de buena manera, pero dio un rebote generoso que le quedó a Triverio para que defina con el arco a su merced. Gol de Racing en un partido que si el Corinthians estaba fino en la definición lo ganaba por goleada. Gol de Racing en Brasil y empataba un partido increíble. Un empate con sabor a victoria. Una noche que Racing no va a olvidar jamás. Una noche negra, pero que Lisandro la tiño de celeste y blanco.
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